jueves, 5 de diciembre de 2013

LAKE DELTON

 Era fin de cursos en verano, habíamos terminado el 5to semestre en la universidad de Wisconsin habíamos hecho infinidad de tareas finales, estábamos cansadísimos, mis amigos y yo queríamos alejarnos de la realidad y tomarnos un descanso.
Decidimos salir de la ciudad e irnos a Lake Delton, es una villa ubicada en el condado de Sauk en el estado estadounidense de Wisconsin.
Sabíamos que pasaríamos unos buenos y cómodos días, no había mucha gente en verano, porque la mayoría iba en otoño para admirar el gran bosque, el espectáculo de las hojas y la maravillosa naturaleza.
Decidimos irnos en un solo auto en el de Kevin era una camioneta amplia y cómoda, que se podía esperar, era la camioneta de su mama.  Éramos un total de 7: 3 mujeres y 4 hombres. Alexa, Kendra, Ariana, Kevin, Jaime, George y yo.
El viaje fue perfecto, música, snack, cerveza, todo lo que implica un viaje de universitarios. Cuando llegamos al bosque teníamos planeado montar nuestras casas de campaña, anduvimos recorriendo el lugar para instalarnos hasta que a lo lejos vimos una especie de casa, nos acercamos porque obviamente la curiosidad nos mató porque era muy raro que alguien viviera ahí, efectivamente era una casa bueno más que nada era un cabaña abandonada y vieja. La curiosidad nos ganó y decidimos entrar.
La cabaña estaba en buen estado solo con un poco de polvo y esas cosas, observamos por unos minutos los objetos antiguos que estaban ahí hasta que por fin alguien se atrevió a decir algo que yo ya estaba esperando a escuchar, Jaime: -¡Nos quedaremos aquí! Dijo con voz convencida inmediatamente conteste – ¿Estás loco? Yo era la persona más miedosa de todos ahí, abrí la puerta y Salí corriendo hacia la camioneta y me encerré aferrándome a no salir para que nos fuéramos. Como debía ser todos empezaron a rogarme y decirme que no pasaría nada -¡Por Dios! Me dije a mi mismo, me convencieron de quedarnos bajamos las cosas y nos instalamos en la cabaña.
Empezamos a beber y a platicar en la sala de la cabaña cuando de repente vi pasar una sombra por fuera de la ventana, me quede observando por algún tiempo, pero no logre ver nada más. Así que ignore eso por completo y seguí en la charla. El tiempo pasaba y pasaba hasta que de nuevo vi esa silueta extraña, pero esta vez había sido dentro de la casa. –Deben ser los efectos del alcohol, me dije, ya pasaban de las 2:00 de la mañana y nosotros seguíamos despiertos en medio de la nada, dentro de la casa de alguien que no conocíamos.
Kendra se levantó del sofá, quien sabe cómo ya todos habíamos bebido demasiado, iba recargándose de las cosas con las que se encontraba. Se dirigió hacia una de las habitaciones y vi que enseguida la misteriosa sombra que ya había visto antes  se condujo a donde Kendra. Me levante enseguida sin comentar nada y me di cuenta que no podía haber sido efecto del alcohol nuevamente, ya era muy sospechoso.
Decidí enfrentar mi miedo e ir a la habitación me asombre con lo que estaba viendo, tanto que me quede con la incertidumbre de no saber qué hacer, me quede parado por algunos segundos mientras observaba a ese enorme no sé qué. No sé explicarlo aun solo lograba distinguir una sombra sin cara que acababa lentamente con la vida de mi amiga Kendra. Cuando reaccione la cosa misteriosa ya no estaba ahí, yo me encontraba sobre ella lleno de sangre no supe lo que paso, solo que ella estaba muerta. Grite muy fuerte para que enseguida llegaran los demás preguntando qué había pasado. Me tire al suelo y me puse a llorar como un niño que no sabía lo que estaba pasando, les conté lo que había visto probablemente ninguno me creyó lo único que importaba ahora es que íbamos a hacer con el cuerpo de Kendra, todos estábamos muy alterados tanto que nos olvidamos de que estábamos probablemente ebrios y empezamos a discutir, nos concentramos nuevamente en la sala nadie decía nada eran alrededor de las 3:00 de la mañana cuando se escucharon unos ruidos fuera de la casa, lo que todos queríamos era que ya amaneciera, el tiempo parecía ser infinito.
George se levantó y dijo con voz de enojo, preocupación y desesperación: -iré a ver que carajos pasa allá afuera. Así que salió muy decidido. Los que nos quedamos dentro no decíamos nada, solo nos mirábamos, me miraban con ojos de desprecio porque estaba lleno de sangre de Kendra ¡pensaban que yo la había matado! Como podía alguien imaginarse que un tipo como yo serio, callado, tímido y siempre con miedo iba a matar a alguien. – ¡Yo no la mate! Grite, -¡No sé qué demonios era eso, pero fue quien la mato! -¿y tú crees que yo te voy a creer esa estupidez? Dijo Ariana. Repentinamente se escucharon unos ruidos que venían de afuera – ¿George? Gritaron todos, queríamos saber lo que estaba pasando pero nadie se atrevía a ir afuera hasta que dije –iré a ver qué pasa.
Salí cuidadosamente y lleno de miedo, camine hacia donde los ruidos y ahí estaba otra vez, sucedía de nuevo ese inmenso ente parado justo frente a George, grite mientras salía corriendo de ahí -¡Ayúdenlo! ¡Ayúdenlo! Exclamaba.
Todos salieron corriendo a ver, efectivamente George también había sido víctima de ese maldito fantasma que había arruinado mi vida. Nuestras vidas.
Si las cosas no eran normales desde un principio que sucedió con Kendra, mucho menos las eran ahora, se escuchaban ruidos muy extraños cada vez más seguidos los que quedaban empezaban a creer en mí y en las cosas que había dicho que mire. Estábamos en medio de la nada y aun así los ruidos eran demasiados y constantes.
Y así como deben imaginarse, uno por uno fueron muriendo primero fue Kendra, después George, Jaime murió en el baño fue atacado por alguien que jamás supimos.
Parecía que jamás iba a amanecer, que la noche ese día no estaba de nuestro lado. Cada quien se escondía como podía porque lo peor de todo es que no sabíamos que era a lo que le temíamos. Solo quedábamos Ariana, Alexa, Kevin y yo.
Ariana en un arranque de ira y desesperación salió corriendo del cuarto y grito -¡ayúdenos! ¡Ya no quiero estar aquí, sálvenos, por favor alguien quiere matarnos!
Salí a buscarla pero era demasiado tarde.
Amaneció por fin apenas salía el sol parecía una mañana hermosa, como si nada malo pudiera pasar ahí. No supe en que momento me quede dormido ¡no supe nada de mí! Me levante, empecé a buscar a Alexa y a Jaime pero no los encontré, yo lloraba de la desesperación. Jamás los encontré.
Tome la camioneta y regrese a Wisconsin por ayuda.
 –No sé qué demonios pasó, le exprese a la policía. Me dejaron libre, yo estaba en estado shock, así dure por mucho tiempo, no salía, no hablaba con nadie.

Paso mucho tiempo, el caso jamás se resolvió, pero yo sabía que tenía que regresar, así que maneje hasta Lake Delton nuevamente.
Entre a la cabaña, seguí caminando con pasos lentos y cuidadosos hasta que por fin me encontré con lo que estaba buscando estábamos ahí... frente a frente. Ese ser extraño que había terminado con todos mis amigos, con mi vida literalmente, estaba preparado, sabía a lo que iba tenia conmigo un desarmador que había encontrado en el coche. No lo pensé mucho y me arroje contra esa sombra negra y clave el destornillador en su pecho.
Al parecer caí desmayado, cuando desperté había mucha gente de la policía. Yo no sentía parte de mi cuerpo de tanto dolor, estaba lleno de vidrios, parecía como si me hubieran arrojado al espejo que estaba en alguna parte de la cabaña, tenía el desarmador encajado justo en mi pecho.

Nadie me quiso explicar que fue lo que en verdad paso esa noche en Lake Delton, ni porque me dejaron encerrado en este lugar, donde todos vestimos de blanco y duermo en una habitación donde las paredes están acogedoras.

KARLA LOPEZ

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