EL FANTASMA DEL GEMELO
La historia de cómo conocí aquella
silueta, no es verdaderamente importante, sino la manera de cómo se me presentaba
en cualquier momento inoportuno, inesperado y claro trágico de mi vida. Hola me
llamo Juan Carlos Sandoval y les contare como fue que conocí a una alma en
pena, que rodaba por aquella vieja y antigua casa; una casa llena de recuerdos
de la infancia de mi bisabuelo, que dicen que aquellas personas que llegaran a
vivir en ese lugar tendría vida eterna, algo que no creo, pero puede que les
ayude a tener una vida larga y hermosa; mi bisabuelo murió a la edad de 115
años, al igual que mi abuelo, mi padre y mis tíos varones.
Yo llegue a vivir un tiempo ahí y
por las noches se solía escuchar pasos por las habitaciones de la casona, un día
mientras estaba en la habitación principal leyendo un viejo libro que tenia mi
abuelo, vi como estaba una silueta parada en la esquina; al momento de ver esto
recordé lo que me dijo mi padre antes de fallecer: : -Hijo en esta habitación solía
leer mis historietas de “Memin Pinguin” un personaje que volvieron a relanzar
en el año del 2000, yo tenia como unos 6 o 7 años, no recuerdo, pero ese no es
el punto; mientras leía, vi una persona parada…. Quien eres tu ¡aléjate de mi!
Quien soy yo. Claro mi padre por su edad se le olvidaba la mayoría de las cosas.
Al volver la mirada aquella esquina
vi que solamente era una sombra del viejo perchero, que con la luz de la lámpara
hacia la silueta de una persona, continuaba leyendo el libro de mi abuelo,
cuando llegue al apartado de notas y leí algo extraño: “Otra vez mi nieto
Carlitos tubo esa pesadilla”, me quede a que se habría referido mi abuelo. Mire
al reloj y vi que era demasiado tarde y tenia que descansar para reponerme del
largo día en el trabajo. Rumbo a mi recamara me quede pensado sobre la sombra
que vi, la nota de mi abuelo, y sobre que ropa me pondría al día siguiente.
-Quien eres, por que me tienes aquí,
acaso te hizo algo malo; respóndeme quien seas. –Tu me mataste, tu me mataste,
Tu! Desperté asustado y sudando: -Todo fue un sueño tan real, al pararme de la
cama me fui al baño a echarme un poco de agua y me percate que tenia un leve
golpe por la cien y encontré una pequeña nota
que decía: “Acaso no me recuerdas, siempre estaré contigo”. Nota muy
rara. Al día siguiente mientras me dirigía a mi trabajo escuche en la
radio del automóvil, qué una pipa de gas
había chocado con un tráiler que trasportaba un material muy inflamable por las
calles de vasco de Quiroga y Pemex; cuyo accidente ocasiono que las casas del
alrededor quedaran destruidas, recordé que la vieja casa de mi bisabuelo estaba
ahí y donde estaba viviendo en ese entonces, decidí ir a la casa a ver que tan
grande fue la magnitud del accidente. Misteriosamente la casa solo presentaba
los vidrios rotos y con pequeñas llamas, me escape y entre a la casa haber que podría recuperar,
con el miedo de que se empezara a quemar completamente, guarde con rapidez
todas mis pertenecías y tome unos cuantos libros de la biblioteca cuando vi a
un niño llorando en aquel rincón, si dudarlo me acerque y le dije: -Ven
conmigo, no puedes estar aquí. El niño se lanzo contra mí y me empezó a
asfixiar con sus matos mientras gritaba: -Tú me mataste, al igual que tu
familia.
Simplemente me desmaye y cuando volví en si,
yo estaba en la ambulancia con un respirador y rumbo al hospital, ya que según
los paramédicos sufrí varias quemaduras: -Díganme que rescataron a ese niño que
estaba junto a mi, le dije con voz débil. Los paramédicos se miraron entre si y me respondió uno de
ellos: -Junto a ti no había nadie, te encontramos tirado en el suelo y
abrazabas unas cosas, con suerte te rescatamos, ya que después la casa empezó
arder y quedo completamente destruida.
Me olvide de la casa y me fui a
vivir al extranjero, y a raíz del incendio empecé a tener pesadillas
recurrentemente y recordé una en especial, que mucho tiempo atrás tuve; el
regreso de un héroe: sueños de un infante.
Cuyo sueño recordé un viejo y oscuro
pasado, que estaba ligado con la nota del libro de mi abuelo “Otra vez mi nieto
Carlitos tubo esa pesadilla”, al recordar busque con desesperación aquel libro
de mi abuelo, pero no lo tenia en mi poder, se había quedado en la anterior
casa quemada.
“Cada sueño que tengo junto a ti,
hacen que ate los cabos sueltos de mi infancia, pero dime realmente quien eres
tu” frase que anote una noche después de soñar con el niño que me ataco el día
del accidente, recuerdo que no dormí bien al pensar que mis padres se fueron
con algunos secretos, que jamás podría saber. Desperté tirado alado del sofá y
junto a el estaba un oso de peluche negro, que estaba aterrado, ya sin un ojo y
con el brazo roto, suceso extraño por que yo nunca lo había visto. Tome una
ducha, comí algo y me fui al parque local a despejar todas estas ideas: -Joven
no se ingrato, regáleme una moneda para comer, me dijo una vieja anciana sucia
y mal oliente, de mi saco saque una moneda y un pedazo de pan que traía y se lo
di a la viejecita: - Tome señora, espero que le ayude esta moneda, le dije
mirándola a los ojos. –Tu, no puede ser ,tu debes estar muerto, si yo te vi
morir cuando apenas eras un niño, dijo la señora gritando y corriendo; al
correr no se fijo y un automóvil la arroyo y la mato. Yo sentía algo de culpa y
decidí darle una digna sepultura aquella mujer que murió por una moneda y un
pedazo de pan.
“Últimamente, siento que estas junto
a mi, siento tu apoyo en todos estos momentos de tristeza y enojo, de cólera y
frustración, de vida y de muerte” frases
que poco a poco se fueron asiendo mas frecuente en mi pequeña libreta.
“Al recordar ese deseo de serenar mi
mente habría decidido ir de vuelta a donde comenzó toda esta pesadilla, ir a lo
mas oscuro del pasado, regresar al tormento infantil, recordar la infancia
robada de un inocente, vamos a volver a sentir este dolor mientras dormía junto
a ese oso de peluche blanco; pero acaso el oso negro roto es el anti ego de mi?
O solo es recuerdo de un niño muerto”.
Al volver al lugar donde pase la
mayor parte de mi infancia decidí investigar con los viejos vecinos si acaso
mis padres les comentaron algo acerca de un hijo muerto o perdido. Fue tanta mi
sed de conseguir alguna respuesta, que encontré a una vieja y conocida
curandera, que al mirarme me dijo: - Tu tiene un pasado muy oscuro, que quiere
resolver , yo tengo la respuesta, claro que tuviste un hermano gemelo ,pero el
nació con una discapacidad, que a consecuencia de esto murió en la vieja casa
incendiada a la de edad de 6 años, edad que tuviste ese sueño del un mundo imaginario
creado por los dos, pero al matar a ese demonio, mataste a tu hermano. La
curandera empezó a tomar una postura extraña y al ver esto salí corriendo tropezando con una piedra y golpeándome la
cabeza.
-Donde estoy, que hago aquí, acaso
estoy muerto, que pasa; decía yo con miedo y tristeza: apareció un joven muy
parecido, con ropa un poco antigua y susurro: -Bienvenido Carlos, estas en mi
mundo de soledad y tristeza, ahora que estaremos juntos este mundo cambiara, te
esperaba hermano, son Juan Pablo tu hermano gemelo muerto…. En eso sentí como
si trasportara a una versión de los fantasmas de la navidad versión
fantasmal presentándome el pasado cuando
nació, el presente como viviríamos juntos y el futuro muertos en un accidente.
Fue un sueño premonitorio o fue la
realidad, aun me sentía confundió y angustiado, pero ala vez lleno de paz al
saber el nombre de mi hermano. Aquella
curandera que me ayudaría a descubrir el motivo que mis padres decidieron dejar a mi gemelo a su suerte
siendo un niño. La vieja curandera me volvió a decir que debía volver a la casa
quemada que hay encontraría la cripta de mi hermano, sin pensarlo volví aquella
casa que estaban reconstruyendo, me acerque y pregunte: -Que pasa aquí? A lo
que respondió un obrero: -El señor Gerardo Gutiérrez dijo que si llegara a sufrir un imperfecto
que lo reparamos de inmediato. Por si no lo saben ese señor era mi padre: que
en su testamento había quedado estipulado; reconstruir la casa.
No me importo que fuera zona de
construcción y me adentre y empecé a buscar la cripta, sin olvidar que era una
casa extremadamente grande, conocía cada una de sus habitaciones, excepto una;
que estaba cerrada con llave y candado. De una patada derrumbe la puerta y vi
una escena escalofriante: juguetes de niños, aterrados, una cama quemada,
juegos de mesa y ropa de niño, al momento de girar la cabeza para ver a mi
alrededor vi un niño esqueleto de un niño, me acerque lo toque y vi todo su
sufrimiento.
Se escucho un estruendo y gritaban.
–Salgan todos de ahí esta casa se va a derrumbar por completo. No sabia que
hacer si salir o quedarme, solo sentí como una mano suave tomaba la mía y
susurraban: -Quédate hermano no quiero perderte, quédate conmigo!
Sin pensarlo tome una vieja libreta
que estaba en un buro y escribí lo siguiente;
Antes de irme de este mundo dejare
esta nota suicida:
Por que murió, acaso no lo cuidaron.
Por que no conocí.
Por que tengo este sentido de culpa.
Por que, mis padres nunca me mencionaron de el.
Por que el y yo no…
Por que no conocí.
Por que tengo este sentido de culpa.
Por que, mis padres nunca me mencionaron de el.
Por que el y yo no…
“Es mejor convivir con el ahora que vamos estar juntos”
Juan Carlos Sandoval
Avente la nota y un par de hojas por
una pequeña ventana y vi como la nota se trasformaba en una paloma blanca que
volaba sin rumbo.…
Esta es la historia de un joven que
murió por descubrir la verdad de su pasado, y encontré estas hojas viejas y
amarillentas tiradas en el suelo antes
de la construcción del nuevo centro comercial, y para darle un tributo aquel
joven, he decidido publicar sus aventuras y todo lo que paso para que tibiera
un final trágico.
FIN
PEDRO GUTIERREZ BRAVO
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