En una época muy
sombría y lúgubre, los hombres que una vez fueron libres y hasta cierto punto
felices se encontraban sumidos en tormento eterno, sus errores y su egoísmo los
llevo a desafiar las leyes de la naturaleza, estas leyes eran las mas poderosas
que existían en aquel mundo ahora sumido en una terrible y contaminante
existencia.
Cuando los hombres
habitan en paz y armonía ya que por primera vez la naturaleza les obsequio las
primeras leyes; aquellas hablaban de cómo se mantenía el equilibrio entre ellos
y los demás seres que habitaban aquel mundo lleno de grandes esperanzas y
promesas de una vida llena de alegrías. Los hombres las aceptaron sin poner
atención en las consecuencias y castigos algunos justos a los actos realizados
sin embargo otros, eran crueles y despiadados.
Las primeras
civilizaciones comenzaron su vida normal recordando aquellas leyes en ese
momento tan preciadas, pero con el paso del tiempo aquellas leyes que una vez
brillaron en lo alto de los castillos y templos ahora se encontraban en el
olvido.
Habían sido removidas
y remplazadas por nuevas creencias, pero la naturaleza que es justa les
permitió esto ya que el equilibrio natural aun seguía, aunque poco a poco se
inclinaba más hacia el caos y la desesperación.
Los hombres de edad
avanzada les platicaban a sus nietos que una vez la naturaleza nos hizo el
honor de bajar y darnos las leyes en propia mano. Sus relatos entusiasmaban a
los niños con promesas de un mejor mundo, un mundo sin pobreza ni peleas que
destruían lo que ellos y lo que los hombres amamos a esa edad la naturaleza y
la libertad. Ellos soñaban con algún día recorrer aquellos campos verdes llenos
de flores y vida, y no estas calles grises llenas de muerte y destrucción. Sus
padres les decían que eso eran puras patrañas que nada de eso era cierto ya que
no había pruebas de ello.
Los hombres no
querían pensar en esto porque sabían que si lo hacían se sumirían en una
depresión tan grande por el simple hecho de romper todas aquellas reglas. Pero
si lo pensaban un poco mas aquellas reglas no habían sido vistas en años.
Esto era lo que le
contaba su abuelo a Caleb que era pequeño para su edad pero esto se debía a la
contaminación a la que había sido expuesto cuando vivía con sus padres en
aquella ciudad llena de personas malas y codiciosas, su abuelo al ver la vida
que llevaba decidió una noche robarlo y desaparecer. La noche que lo intento su
hijo se encontraba en casa, quiso que fuera asi para que el pudiera comprobar
que aquel hombre anciano y decrepito aun podía desafiar a alguien lleno de
fuerza y energía.
La noche era oscura y
llena de nubes que tapaban el hermoso esplendor de una luna totalmente llena,
por la cantidad de nubes en aquel cielo sin estrellas se avecinaba una
tormenta. El viejo Marius que ya contaba con la edad de 89 años pasaba
sigilosame por cada una de las viviendas hasta que e lo lejos logro divisar la
casa actual de su hijo. En su juventud era dueño de una magia sin igual con la
cual había ayudado a muchos seres del mas allá a ir al lugar al que realmente
pertenecían, aquellos le habían hecho la promesa de que si alguna vez los
necesitara solo tenia que decir un pequeño hechizo y con esto ellos regresarían
de su lugar de descanso a serviles solo por una noche.
Aun par de metros de
su destino se subió la manga hasta la altura del codo, ya que el hechizo se
encontraba tatuado en su antebrazo con el único fin de nunca lo olvidara. Y así
comenzó aquel llamado a los seres del hades.
─”En koskaan auttaa
sinua, nyt minun tâytyy palata ja tavata sen velkaa”.
El aire comenzó a
remolinar, las luces a parpadear cada vez mas y de repente un silencio voraz se
hizo presente llevándose todos aquellos ruidos, el tiempo se detuvo, los
reloges dejaron de caminar y la gente se congelo, durante unos segundos que
fueron minutos para Marius que escrutinio la oscuridad en la espera de alguien
conocido y haci fue en la oscuridad surgió una sombra gigante la cual hubiera
sido comparada con un fantasma, pero los fantasmas no existían, el era un ser
muerto que por fin encontraba la paz, ya que todos los hombres nos volvemos
haci hasta encontrar la paz eterna.
Lo saludo como a un
viejo amigo, Marius recordó que hace 70 años el había sido al primero que
ayudo, tuvo una muerte llena de injusticias y las quería cobrar pero el le hizo
ver que la vida siempre se venga por uno. Y con su magia lo mando al un lugar
donde por fin encontró en descanso que tanto anhelaba su cuerpo y corazón.
─Marius pensé que
jamás nos necesitarías, he visto por instantes tu vida llena de injusticias y
mas por parte de tu hijo. Por eso decidimos que yo seria el que vendría a
ayudarte.
Marius no podía creer
que aquella promesa se estuviera cumpliendo Ekimmu su compañero hace ya muchos
años el regresaba de vez en cuando para visitarlo pero ya era lejana la ultima
vez que lo había visto.
─Pensé que jamás te
vería, pero creo que el tiempo es valioso y debemos de terminar nuestra misión.
─No te preocupes se
cual es esa misión.
Juntos caminaron
hacia la casa de aquel hijo que no lo quería por creer que estaba loco, al llegar
todos dormían y no notaron su presencia, pero cuando abrieron la puerta para
sacar a Caleb su hijo que también contaba con poderes sobrenaturales despertó y
les hizo frente, su padre le había puesto Ekimmu en honor de aquel ser que
ahora lo acompañaba. Y así comenzó la pelea de la cual por su puesto que el
demonio fue el vencedor dejando inconsciente a Ekimmu, la medre de Caleb los
ayudo preparo sus maletas ellas no estaba de acuerdo de la vida que llevaba su
hijo por lo cual era mejor que se lo llevara aunque a ella se le estuviera
quebrando el corazón por dentro, desde ese día Akassha no volvió a sonreír ya
que en ese momento se volvió una muerta en vida.
El camino estaba
tranquilo el pequeño Caleb estaba dormido, Ekimmu solo los acompaño a las afueras
de la ciudad y así como llego así se fue.
Y asi pasaron dos
años y Caleb era feliz con su abuelo no habían sabido nada de sus padres pero
Marius sabia que su madre estaba sumergida en una tristeza y lamentación, pero
el no podía hacer nada ya que ella se había sacrificado por su hijo.
Caleb también tenia
el poder cuando estuvo preparado fue tatuado con aquel hechizo de su abuelo.
El mundo cada vez era
más oscuro y todos se encontraban en peleas constantes y no solo eso la
naturaleza comenzaba sus primeras batallas y mandaba desastres naturales de los
cuales los hombres no se podían defender, aquella catástrofe poco a poco se
acercaba a la casa de Marius y Caleb.
así que Marius supo
que ya era hora de decirle a su nieto lo que tenia que hacer porque la naturaleza
cada vez mas se acercaba y la antigua profecía decía que cuando llegara
arrasaría con todo sin importarle si eran culpables o no.
Marius lo hizo rápido
ya que sentía que su corazón no resistiría un instante mas, le dejo un mapa y
una llave, y con su ultimo aliento le dijo que le cambiaria el juicio de la
naturaleza.
Caleb no sabia si
llorar o esconderse, jamás había estado solo y ahora se encontraba más solo que
cualquier otra criatura en la tierra. Pero tenia que cumplir la voluntad de su
abuelo y con todo ese dolor se puso de pie y comenzó a leer el mapa, para su
suerte lo que buscaba se encontraba enterrado en las entrañas de la casa de su
abuelo, así que se dispuso a cavar.
Y asi pasaron 2 años
hasta que por fin encontró algo parecido a un libro. Al abrirlo con la llave
que le dejo su abuelo pudo ver que eran las antiguas leyes que alguna vez la
naturaleza mando, pero no solo eso también venia el lugar en el que la
naturaleza llegaría para castigar a todos los seres humanos, Caleb tenia solo
tres días para llegar así que se dispuso a salir lo mas antes posible.
Su camino estaba
lleno de obstáculos así que como su abuelo le había dicho recito aquel hechizo.
─”En koskaan auttaa
sinua, nyt minun tâytyy palata ja tavata sen velkaa”.
En ese momento todo
se paro y el aire era tan fuerte que doblego a Caleb, el no sabia que esperar
pero su abuelo le dijo que revisara el oriente y así hizo al cabo de unos
segundos 15 figuras de tamaño colosal aparecieron, cuando llegaron no solo
venían ellos si no que una figura mas pequeña apareció era su abuelo el cual le
dijo que era muy valiente y que el cambiaria el destino de los hombres justos y
sinceros. Con una lagrima en la cara Caleb le dijo hasta pronto a su abuelo ya
que algún día se encontraría nuevamente con el y vivirían nuevamente felices,
pero ahora en compañía de su madre.
Y así emprendieron el
viaje que no fue turbulento pero si largo ya llevaban 4 días y la naturaleza
había llegado y se encontraba castigando a todos los hombres por igual, al
llegar Caleb vio a su madre no era como el la recordaba, era una figura triste
y apagada.
Al llegar Caleb se
dirigió a la naturaleza hablándole de lo que decía en las leyes que ella misma
escribió, la naturaleza quedo convencida y así castigo solo a los culpables de
uno en uno fueron pasando, cuando llego el turno del padre de Caleb a este se
le impuso una condena cruel ya que crueles habían sido sus actos.
Pero Ekimmu no se
quedaría de brazos cruzados y se fue en contra de su propio hijo culpándolo de
aquel castigo, pero cuando la lanza estaba a centímetros de perforar la piel
morena y dura de Caleb su madre en un último sacrificio se atravesó impidiendo
el paso de la lanza y ocasionando su propia muerte.
Ekimmu fue castigado
mas fuerte por atentar contra su propia sangre.
Y así Akassha se
encontraba en piso muriendo nuevamente por su hijo pero estaba vez para
siempre, Caleb le dijo que no se preocupara que algún al igual que su abuela la
volvería a ver y por fin estarían juntos como una verdadera familia, y asi con
estas palabras Akassha dio su ultimo suspiro y su corazón quebrado dejo de
latir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario