miércoles, 4 de diciembre de 2013

cuento realismo magico

El lunes que dejo de ser cotidiano
Era un lunes soleado tan cotidiano como los demás. Doña luz, chef de alto prestigio, abrió su cocina a las seis. Saco del gabinete principal su filipina y una serie de cuchillos que estaban en su estuche de madera, los coloco sobre la mesa y los ordeno de mayor a menor.
Era muy alegre, te imprimía una confianza enorme, pero su mirada te decía que algo no estaba bien.
Cuando tenía todos los utensilios dispuestos  comenzó a cocinar. Parecía no pensar en lo que hacia y trabajaba con obstinación, picando verdura en la tabla incluso cuando no se servía de ella.
Pasadas las 9 hizo una pausa y se sentó a pensar en aquello que le aquejaba cerro los ojos  y comenzó a ver como poco a poco se estaba acabando, tal era la desesperación que se levantó, tomo un cuchillo y pensó en el suicido, pero una fuerza mayor la detuvo.
Pasando 9 meses y con la misma rutina, un lunes por la mañana  no fue como los demás, ese  lunes era nublado, todo silencioso, todo muy pacifico.
Doña luz postrada en la cama sin poder hacer algún esfuerzo se sentía desesperada, claro eso que la aquejaba era muy malo, era  esa enfermedad tan temida, comenzó a hablar por teléfono con sus familiares, se quería despedir.
Paso un largo tiempo e inesperadamente llamaron a la puerta, ella sin poder moverse por tanto dolor, trato de llegar, al tocar la perilla se desvaneció como hoja ceca caída de un árbol. El amor de su vida ya no pudo hacer más ni siquiera despedirse.

El cáncer termino con ella.

JUAN ANTONIO SALAZAR CONTRERAS

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