EL
FINAL DEL CAMINO
Creo
que sería suficiente mencionar quien soy o quien fui antes de encontrarme atrapado
en esta habitación donde parece ser que no transcurre el tiempo, cada mañana es
lo mismo el sonar de las aves en la ventana don los primeros rayos de luz
comienzan a invadir mi espacio. Mi hogar esta habitación que solo es mía y que
me limita hace libre como antes, de disfrutar mi libertad como antes cuando
estaba en busca de esa hermosa Lucinea.
Les
comenzare a describir mi historia y del como llegue al final de mi camino.
Yo
era un chico normal estudiante de la universidad de Guanajuato en la cual
cursaba el 7° semestre en la Lic. de Escritura y literatura, pero mi historia
comenzó mucho antes cuando cursaba el 1° semestre, cuando conocí a Francesca
una lindísima Italiana, estudiante de intercambio, la cual fue mi inspiración
por un lago tiempo, fuimos muy buenos amigos e incluso llegue a sentir que ella sentía por mi sentimientos
hermosos tales como los que yo sentía por ella, después de un tiempo comenzamos a tener una relación muy
hermosa y cuando creí que sería el momento ideal para poder preguntarle si
quisiera ser mi novia, tuvo un terrible accidente; la asesinaron, quisieron
asaltarla pero como ella no quiso entregar su laptop la atacaron encajándole un
cuchillo, ella se desangro sin tener la oportunidad de que alguien le ayudara.
Pero
en fin el tiempo paso y pocos días después todo el mundo se olvidó de esa
hermosa chica extranjera. Y así como el viento sopla llevando las hojas caídas
de los árboles, de esta misma forma termino por llevarse el recuerdo de
Francesca.
Pero
yo no pude olvidarla, aunque el viento llegara con la más feroz tormenta de
invierno a atacarme, queriéndose llevar el recuerdo de esa linda italiana. Por
el contrario al parecer, muy lejos de poder llevar ese recuerdo lejos de mi
mente, atrajo un sentimiento de odio y rencor hacia todas esa chicas que solía
mirar caminando por la universidad llenas de felicidad con sus sonrisas
macabras creyéndose las reinas de la vida.
Una
enorme impotencia y coraje recorren mi cuerpo sin poder dominarlo, manipula
cada movimiento de mi ser y le da un nuevo sentido a mi vida. Yo tendría que
ser el que vengar la muerte de Francesca, yo tenía que saciar esa necesidad de
no poder ver nuevamente la hermosa cara de quien avía sido el amor de mi vida.
A
sí que un día muy temprano llegue a la universidad con el pretexto de ayudarle
a un compañera estudiar para el examen, después de un rato la invite a ir por
un helado con el pretexto de des estresarnos ya que los temas del parcial eran
muy pesados, ella acepto gustosa, ya que yo gozaba de un buen físico, nunca
batalle para atraer la atención de una chica, entonces ya sobre mi coche y en
camino a comprar el helado me desvié un poco, pude notar una expresión de
incertidumbre en la cara de la chica y más cuando conduciendo hacia un lugar
solo y desolado comenzaba a explicarle lo que vendría a continuación.
Comencé
a acortejarla y a tratarla bien como si fuera Francesca, pero después caí en la
cuenta de que no era ella y que nunca más podría estar con migo, y sentí
demasiado odio y coraje así que comencé
a golearla y después de un momento la apuñale tantas veces como hubiese de
ciado hacerlo con el asesino de Francesca.
Cuando
la mire muerta, toda ensangrentada en el asiento de mi cose sentí tanta
satisfacción que pocos segundos después cambio a tristeza y un llanto desordenado broto de mis ojos.
Fue
allí cuando caí en cuenta delo que acaba de hacer, me convertí en acecino de
una chica inocente como Francesca, que tal vez también trataba de vivir su vida
y yo llegue a quitársela.
Fue
así como decidí entregarme a la policía fingiendo demencia y fui encerrado en
una clínica de rehabilitación psicológica.
Donde
vivo todos los días la misma historia, desde que amanece hasta que anochece sin
razonamiento del tiempo, con la incertidumbre de como hubiese sido mi vida a
lado de Francesca, pensando día y noche en la chica que acecine segado por el
rencor y el anhelo de una venganza bacía.
Cada
segundo que paso en esta habitación pienso en el día en que llegue al final de
mi camino que fue aquel día en que conocí a Francesca, aquella extranjera
Italiana, más bella que una rosa, y quien fue el amor de mi vida.
A
quien esperare que un día entre por esa ventana donde cantan las aves y entra
la luz del día cada mañana, con la esperanza de volver a estar juntos no
importa y para ese hermoso día pasara una eternidad.
ELOISA ARACELI GRIMALDO GARCIA
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